El aceite extra virgen de oliva en la cocina del Chianti



El paisaje del Chianti está caracterizado principalmente por viñedos y por olivares. Los olivos son las plantas más típicas del Mediterráneo, he aquí que su cultivo asienta sus raíces en los últimos milenios. Tanto que algunos olivos en el corazón del Chianti son realmente ultra-centenarios.

Y si el vino Chianti ya es conocido a nivel internacional, en cuanto a su bondad y genuinidad, créalo, elaceite del Chianti¡ no tiene nada que envidiarle! Aclaramos de inmediato un concepto que es fundamental: el aceite de oliva definido “extra virgen” es únicamente aquel que se obtiene solamente de la presión mecánica de las aceitunas, sin ningún disolvente.

En el Chianti se cultivan principalmente tres calidades de aceitunas:
  • Frantoio”, que da un aceite muy apreciado y fino;

  • Leccino” - que da aceitunas con una aromaticidad más intensa;

  • Moraiolo”, que da un aceite con un sabor más robusto.


Los tres tipos de aceitunas son exprimidas juntas para obtener un aceite equilibrado, de un bello color verde claro, fino en su perfume y con un gusto decidido. Los aceites de oliva del “Chianti” y de las “Tierras de Siena” han sido reconocidos productos DOP (= “Denominación de Origen Protegida”) por la Unión Europea. Legislación a parte, la altísima calidad ¡se siente al degustarlo!

El aceite extra virgen de oliva es cualitativamente el mejor, sea a utilizarlo crudo o como condimento, sea para cocinar. Le parecerá increíble, pero las características “antioxidantes” de la aceituna terminan todas en el aceite y por tanto es realmente una “panacea” para la salud de la piel y de los cabellos y también para combatir el colesterol malo.

En la cocina del Chianti, el aceite está prácticamente en todo: en la “fettunta” (piezas de pan tostado condimentado con ajo, aceite extra virgen de oliva, sal y pimienta), pero un hilo de aceite en crudo queda perfectamente sobre la “papilla al tomate” (en base a pan duro, tomates pelados, ajos, albahaca y aceite) y en la “ribollita” (plato típicamente granjero a base de pan, col verde, col negra, frejoles y otras verduras de estación, cuyo nombre significa “hervido dos veces”), sobre todas las ensaladas y también sobre un bello “bistec a la florentina” (trozo de carne alto con su hueso, cocido a la sangre sobre la brasa o a la parrilla) o sobre “tagliata” (filete de res cocido a la piedra). ¡Sin aceite... no sería la misma cosa!

Prácticamente casi cada hacienda agrícola del Chianti produce aceite. Si no se expone al calor y a la luz directa, el aceite extra virgen de oliva se mantiene por más de un año. Así vuestras bellas vacaciones en el Chianti pueden convertirse en una ocasión para una alimentación sana, también luego de su regreso a casa... ¡a tratarse bien y a quererse!

 

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